Lo que NO es amor: separando la ficción de la realidad. Hacia la comprensión de un amor sano y responsable
- Patricia B. Margain ReyEros
- 9 feb
- 5 Min. de lectura

A lo largo de la historia de la humanidad, hemos recibido un concepto de amor bastante equivocado e idealizado. Se nos ha contado una historia mágica, y ahora soñamos con hacerla realidad.
Por eso, me parece fundamental comprender lo que no es el amor, para poder ir mirando y conociendo el amor saludable, basado en el respeto mutuo. Pues tenemos expectativas erróneas sobre lo que debería ser el amor, y esto puede dar lugar a sufrimiento, frustración y relaciones tóxicas.
La buena noticia es que un amor lindo y honesto sí existe; la mejor (sí, la mejor) es que no hay otro que vendrá a hacerte feliz. Tú trabajarás en tu autoamor, cultivarás tu seguridad y felicidad, y entonces, puede llegar quien la comparta, la nutra y la enriquezca.
Porque no, no se trata de encontrar una pareja, se trata de ser esa pareja y vivir en plenitud esa relación, primero contigo mismx, y entonces compartirla con el otro.
A continuación, te cuento algunos de los malentendidos más comunes sobre el amor.
1. No. El amor no es dependencia
En muchas ocasiones, confundimos amor con dependencia (emocional). La dependencia se presenta cuando uno de los miembros de la relación cree que no puede vivir sin el otro, lo que genera una dinámica de control y sufrimiento constante.
Un amor adulto y sano, se basa (entre otras cosas) en la autonomía y el respeto por el espacio personal. El amor genuino no implica necesitar al otro para completarnos o satisfacer nuestras necesidades, sino en crecer, compartir y enriquecerse mutuamente.
2. No. El amor no es control
En una relación sana, el amor no está para controlar las decisiones, pensamientos o comportamientos del otro. Los intentos de control son una manifestación de inseguridad y desconfianza, que pueden derivar en celos destructivos, manipulación y llevar a la relación a un lugar poco saludable. Es esencial poder mantener una relación en la que ambas partes se respeten como individuos completos, con su derecho a hacer su vida, a decidir, a tener amigos, a desarrollarse personalmente… a ser auténticos.
3. No. El amor no es perfección
Es común caer en la trampa de buscar un amor “perfecto”, basado en ideales poco realistas. Algunas películas, libros y redes sociales nos venden una imagen de amor falso: un amor sin conflictos, sin diferencias, sin imperfecciones, en el que todo es “color de rosa”. Sin embargo, el amor verdadero no es sinónimo de perfección. El amor verdadero es aceptar las imperfecciones del otro y saber dialogar y navegar los desacuerdos y diferencias de una manera respetuosa. El conflicto es parte natural de cualquier relación, lo importante es desde dónde se resuelven esos conflictos.
4. No. El amor no es sacrificio constante
Si bien el amor implica dar y recibir, un amor sano no debe estar basado únicamente en el sacrificio. Muchas personas en relaciones tóxicas o abusivas se sienten atrapadas en una dinámica de sacrificio perpetuo, donde ceden constantemente sus necesidades, deseos y aspiraciones, en favor del otro. El amor genuino se basa en el equilibrio, en un intercambio mutuo que beneficia a ambas partes. En un amor sano, lo que llamamos ‘sacrificio’ se dará de forma natural, sin esfuerzo, pues la misma fuerza de ese amor genuino y adulto, nos impulsará a hacerlo. Sin embargo, sacrificar continuamente el propio bienestar personal por el bien del otro, no es una expresión de amor, sino de codependencia.
5. No. El amor no es necesariamente "eterno"
Hay una realidad: toda relación va a terminar. Ya sea por conflicto, enfermedad, por situaciones del destino o directamente, por la muerte de uno de los miembros de la pareja. Por lo que el amor no es valioso por lo que dura, sino por lo que nutre y enriquece. Las relaciones, como las personas, evolucionan. A veces, lo que comenzó como una relación amorosa puede transformarse en una amistad o incluso en una desconexión necesaria para el crecimiento personal de ambos individuos. Una relación puede ser significativa aunque no perdure para siempre. En lo humano, el amor puede tener un principio y un final, y su valor no debe medirse por su duración, sino por lo que ambos han aprendido y vivido durante el tiempo que compartieron.
6. No. El amor no es rescatador
En algunas relaciones, uno de los miembros asume el rol de "rescatador", creyendo que el otro “le necesita”, creyendo que el amor consiste en solucionar los problemas del otro, cambiar su comportamiento o salvarlo de sus propios errores. Este enfoque no es sano ni amoroso. Nadie merece ser tratado desde la lástima y visto desde arriba por su compañero de vida. El amor verdadero implica acompañar y apoyar al otro en su crecimiento personal, pero sin asumir la responsabilidad de sus decisiones. Es fundamental que cada individuo se haga responsable de su propio proceso de vida, de sanación y de cambio.
7. No. El amor no es "todo o nada"
“O todo es perfecto, o todo está perdido”: ésta es una perspectiva extrema y falsa del amor. Una relación amorosa es un proceso de adaptación, donde la comunicación, la empatía y el compromiso juegan un papel fundamental. Es importante entender que las relaciones evolucionan y que, si bien no todas las relaciones deben perdurar, todas traen consigo un proceso de aprendizaje y crecimiento y eso es lo que realmente importa.
Después de lo que acabo de compartirte, podemos darnos cuenta que el amor en lo humano, no es una entidad estática ni una fantasía. Nos damos cuenta que el amor es una construcción en constante movimiento y requiere de autoconocimiento, respeto mutuo, empatía y crecimiento personal. Es esencial educarnos y conocer lo que el amor realmente implica, y así evitar caer en patrones de conducta dañinos o ideales poco realistas. Para ello puede ayudar entrar en un proceso terapéutico, pues implica un trabajo personal desenmarañar cómo nuestra propia historia se ha fusionado con la historia mágica del amor falso.
El amor saludable no es perfecto ni dependiente, y se basa en el entendimiento y la aceptación del otro como un ser único y valioso. Reconocer lo que no es el amor nos ayudará a cultivar relaciones más sanas, auténticas y enriquecedoras, tanto con los demás como con nosotrxs mismxs.
Espero que este artículo haya sido útil para ti.
Para entrar en un proceso terapéutico y acercarte a un amor más sano y nutritivo, no dudes en escribir vía whatsapp al: 55 4524 6990
Porque la terapia no es para los ‘locos’, sino para quienes realmente quieren hacerse cargo de sus emociones y de su bienestar.
De mi corazón, al tuyo, te abrazo.
Patricia Margain.
Terapeuta y Danzaterapeuta.







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